Me siento tan impotente ante ciertos aspectos de mí mismo. Y es que no sé controlar muchísimos de los impulsos y estados de ánimo que tengo a lo largo del día, y me siento encontinuo desequilibrio. Siento que cualquier cosa me peude desestabilizar hoy... Mi memoria me dice que tuve estas mismas sensaciones, que las pasé, que esta nostalgia, miedo, desamor, apatía, depresión....ya las tuve antes. Pero lo que no me recuerda es qué hice para solucionarlas. Y es que los únicos motivos que me mueven a tratar de estar mejor es querer aprender, y que cuando vuelva a ocurrir, me adelante a los movimientos y pueda predecirme, concoerme y ahorrarme esta tristeza, a veces tan incómoda. Estar triste y depresivo no es algo que me guste. Pero he comprobado que para poder estar arriba tengo que haber estado abajo, y viceversa. Por mucho que te esfuerzes en mantenerte en un equilibrado término medio es imposible... Pero claro, no me pienso dar por vencido. Diré que hasta ahora no he conseguido equilibrar mis estados de ánimo mas de unas cuantas semanas. Pero está claro que no cesaré en mis intentos...
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No es imposible el equilibrio sino que es el fin último. Prueba de ello, los budistas, o sin ir más lejos, mi sueño dorado. Quién mejor que yo para decirte que paso por mil estados diferentes al día; comienzo a pensar que no es solo hormonal. Y, por no conocerte, no te sientas impotente sino animado y más curioso, para poder encontrarte antes analizando tu reflejo, cómo te ven los otros y cómo te ves tú.
ResponderEliminarEstá claro que el equilibrio es imposible. Los budistas son buena gente no digo que no, pero ya que recurro a un estado mental, me quedo con un ligera pero permanente (y por lo tanto satisfactoria) hipomanía.
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